domingo, 27 de diciembre de 2020

¿En qué cosas pienso como padre de personas con Autismo?

Mi vida, a los 36 años, dio un giro total de 180° al saber que en mi hijo mayor pasaba algo, pero que en realidad no tenía ni la más remota idea.  Al saber que tenía Autismo, vinieron en mí muchos momentos de soledad para poder pensar, analizar, racionar y finalmente, actuar.  Afortunadamente siempre conté, y he contado, con muy buenas fuentes de información y con un excelente equipo de acompañamiento: algunos amigos, familia, organizacional (Lica-Liga Colombiana de Autismo) y psicológico.

 

En la parte social, me interesan las personas que al saber lo de mis hijos, llegan con total empatía y con voces de solidaridad; aclaro, no busco sentimientos de pesar, lastima ni menos misericordia, busco llevar mucha concienciación sobre lo que es Autismo y ayudar a muchas personas con la condición y a sus familias.  No faltan las personas que ignoran del tema, trato de educar, orientar a aquéllas que se dejan y colocan una total disposición; hay otras personas llenas de tabúes, mitos y muchas mentiras, igual trato de educarlas, pero algunas no se dejan y por el contrario, tratan de agredir, insultar.  A estas últimas las ignoro, pero siempre estaré ahí cuando en realidad deseen escucharme.

 

Como en todo, también mis hijos poseen sus necesidades y muchas veces nos vemos huérfanos ante la falta del Estado para el cubrimiento de las mismas, donde en algunas oportunidades a nosotros, los padres, nos toca sufragar y realizar mil malabares con tal de que nuestros hijos obtengan una mínima atención de tipo integral.  El Estado debe aumentar el cubrimiento de las mismas con total Calidad, Eficacia y Eficiencia.

 

Busco mucho ayudar a otros, no solo a las personas con Autismo y sus familias, sino también a muchas personas con discapacidad; empoderarlas es una de las mejores herramientas a utilizar en busca de la defensa de los derechos fundamentales, con el objetivo final de obtener una mejor Calidad de Vida.  Nuestros hijos no deben ser invisibles; son sujetos de Derechos y también de Deberes, no son personas de segunda, deben ser incluidos en todos los aspectos del diario vivir.

 

También pienso mucho en aquellos padres de familia donde la negación de un diagnóstico es más importante que su hijo, ¿acaso con negarlo aporta en su desarrollo?; como padre entiendo muy bien el duelo que se vive, pero este no debe ser eterno, entre más días pasan menor es el tiempo disponible para iniciar una intervención temprana valiosa, donde más adelante se obtendrían avances muy importantes.

 

Imposible negar que he pensado mucho en el futuro de mis hijos, cuando nosotros los padres no estemos, ¿Qué será de ellos?; la respuesta es brindar las herramientas y recursos necesarios, para que ellos obtengan las habilidades necesarias de la vida, tanto en el área personal, laboral y en general en la sociedad. Nuestros hijos si pueden, confiemos en ellos, vayámoslos soltando poco a poco, así podrán ellos mismos elevar su confianza, su autoestima y se sentirán muy útiles.

 

Si me gustaría que todas las familias no solo de acá de Colombia, sino también a nivel Latinoamericano, seamos más unidas, al fin y al cabo, nos une el mismo propósito: nuestros hijos. Desafortunadamente se mueven muchos intereses, creencias, paradigmas que han bloqueado una fructífera sinergia. No pierdo la esperanza de que esa unión finalmente se realice en medio de una buena taza de café.

 

Algo muy doloroso que pasa es cuando las familias esconden a una persona por tener Autismo; debemos cambiar el chip cultural, ellos no serán niños para siempre, necesitarán de su entorno para ejercer su crecimiento emocional, físico, social, cultural, deportivo, recreacional, cognitivo, intelectual; les aseguro que el cambio positivo es muy bueno al incluirlos en la sociedad.

 

No sé, cómo padre de familia, que esté pensando en estos momentos de su hijo (s), la decisión está en sus manos, pero de algo yo si estoy bien seguro: que no vivo del qué dirán.  Actúe con decisión, pero plenamente informado, recordemos que los mercaderes del Autismo están al acecho como buitre por su presa.

 

Espero haber dejado en su ser una palabra de aliento, puede que algunas frases sean fuertes, pero no puedo callar ante tanta vulnerabilidad que vivimos las familias de algún ser con Autismo y con discapacidad. Mucho ánimo y pa'delante que para atrás asusta.

 

 

¡Gracias por leerme!

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