“Acostúmbrate a que él
nunca va a aprender a leer ni a escribir”
“El no ve ni oye, él va a ser un mueble más en
su casa”
“Debe ser consciente
que su hija va a estar limitada toda la vida y eso es hereditario, nunca va a
ir a una universidad”
“Su hijo nunca va a
hablar, ni leer, ni escribir y depronto tampoco va a manejar esfínteres siempre
va a estar aislado”
“Si usted no quiere
tener una loca en su familia dele altas dosis de metilfenidato, ácido
vailpróico y risperidona”
“Por que tanta joda,
así con las terapias ABA? Usted no sabe
que esas terapias se usaban para perros y animales en la época de Hitler”
“Mamita y usted para
que quieres que hable, si lo que menos va a necesitar es hablar”
Las anteriores frases
no hacen parte del típico diálogo entre personas de una comunidad cualquiera,
desafortunadamente fueron expresadas por profesionales del área de la Medicina
y la Psicología a varios padres de familia en Colombia, en el momento de dar el
diagnóstico de Autismo o en cualquiera de sus citas de control.
Es indiscutible la
alianza Profesional-Padre de familia para generar procesos,
procedimientos, alianzas que en últimas benefician a nuestro hijo (a) y por
ende a nuestra familia. Este contacto debe realizarse entre el más alto grado
de respeto mutuo y empatía, donde el profesional aporta su experiencia y
conocimiento con la suficiente evidencia científica y el padre de familia,
persona con Autismo y familia, cumplen con las respectivas indicaciones y
sugerencias.
Igualmente, es
necesario que los profesionales nos aborden con un lenguaje claro, entendible
porque poco entendemos de tecnicismos. El ideal es que hagamos equipo, nos
colaboremos de la manera más empática posible; los comentarios de índole
personal son bien recibidos cuando aportan a la construcción y crecimiento de
una mejor Calidad de Vida.
Cuando acudimos a
cumplir una cita médica o de tipo psicológica, vamos en busca de una respuesta
o de una posible solución que llegue en parte a equilibrar procesos tan
complejos como los de índole mental, sanitario tanto de nuestros hijos, de
nosotros mismos, como la de nuestra familia.
He sido testigo que
muchas de las frases, expresadas al comienzo de este artículo, han sido
totalmente derribadas por los mismos entornos familiares con mucha fortaleza,
esperanza, estimulación, inclusión, trabajo en equipo, resiliencia,
empoderamiento, paciencia, fe, ánimo, acompañamiento profesional y mucho amor. EL
DIAGNOSTICO NO ES UN PRONÓSTICO.
Los padres de familia
debemos creer en nuestros hijos tengan o no tengan una condición humana;
debemos ser los primeros en brindarles una oportuna estimulación, hablarles,
escucharles y darles mucho ánimo. Nuestros hijos no deben ser escondidos, no
vivamos del que dirán, ellos deben ser incluidos con la debida anticipación y
acompañamiento de todos los aspectos de la vida. Apoyémonos de la experiencia y
conocimiento de algunas redes de profesionales y de padres de familia, ellos
pueden aportar mucho para el abordaje de nuestros hijos.
Tengamos siempre unos
objetivos y metas trazadas para con nuestro hijo (a), nada está escrito y en
Autismo sí que cierto. Respiremos,
exhalemos, tomemos muchas fuerzas porque el camino del TEA es a veces pedregoso
y a veces sin obstáculos. Para adelante y con toda……
Para finalizar los
dejo con una hermosa frase para reflexionar desde la voz de una persona con
Autismo:
“Diferente pero No
inferior”
Temple Grandin
Zoóloga,
Etóloga, profesora de la Universidad Estatal de Colorado
PhD en
Ciencia Animal de la Universidad de Illinois