lunes, 16 de enero de 2023

¿El día en que nosotros fallezcamos, que será de nuestros hijos?

 


Sin lugar a dudas, es una de las mayores preocupaciones, temores, miedos que afrontamos nosotros los padres de familia de personas con alguna condición humana y/o discapacidad. He tenido conversaciones con algunos padres, y al afrontar este tema, expresamos mucha angustia, incertidumbre.

 

Recordar que nuestros hijos se salen del común de las demás personas, son diferentes en su forma de actuar, ser, muchas poseen una condición y /o discapacidad que de una o/u forma impide una total independencia. La dependencia e independencia depende de cómo es la persona: de su condición, discapacidad, de los hábitos de crianza, del proceso de intervención integral, de la educación desde casa como del mismo sistema de enseñanza ya sea público o privado, de la familia en general, de la comunidad que lo rodea, entre otros.

 

La persona al ser independiente tiene más opciones de afrontar la vida y realizarla de la mejor forma, pero cuando no lo es, siempre necesitará de una persona de apoyo que pueden ser los padres de familia, un familiar y/o un cuidador. Pero cuando fallecen los padres el panorama se vuelve muy complejo, problemático.

 

Las responsabilidades de cuido en la familia muchas veces comienzan de aquí para allá, pero nadie asume la tarea, pero claro está que en otras familias alguien si asume este rol; también hay que tener en cuenta que muchos de los integrantes de la familia ya tienen sus responsabilidades y vidas propias, el secreto está en saber distribuir las tareas de cuidado en la familia o cuando se poseen con buenas finanzas, conseguir un cuidador, aunque también puede ser suministrado por el sistema de salud en casos especiales.

 

Las cosas hay que escribirlas como son, he sido testigo en algunas familias, que, a los integrantes con Autismo desde su adolescencia, adultez los comienzan a rechazar, una cosa es cuando están niños y en la pubertad, pero de ahí para adelante los escenarios no son muy gratos, por eso muchas veces no nos podemos apoyar ni en la misma familia.

 

¿Pero qué podemos hacer? Por más discapacidad o condición que se posea, las personas pueden aprender con una debida intervención tanto desde casa como con apoyo de tipo profesional: desde pequeños incentivarles hábitos de crianza como colaborar en los quehaceres de la casa, labores de emprendimiento, manejo de dinero, hacer compras, coger el transporte público, hacer deporte, estar con la comunidad en general y demás labores de la vida diaria.

 

Otra cuestión que podemos realizar es involucrar a integrantes de nuestra familia en el conocimiento, capacitación y cuidado de nuestro hijo/a, una opción puede ser a personas de la misma edad (pares) o menores que ellos.

 

El gobierno de cada país también tiene su responsabilidad de cuido en nuestros hijos, deben brindar los apoyos necesarios para que las personas obtengan una buena calidad de vida, por ejemplo, brindarles: casa, alimentación, empleo, salud, educación, recreación, cultura, accesibilidad, personal de apoyo profesional, entre otros.

 

Una cuestión si deseo dejar en claro, favor No institucionalizarlos, desafortunadamente en muchos de estos lugares les vulneran sus derechos fundamentales, esta mención es muy diferente al escrito en el párrafo anterior.

 

Nuestros hijos son sujetos de Derechos y también de Deberes, no son ni bobos, tontos, pobrecitos, angelitos, superhéroes, especiales, tienen su nombre y sus apellidos, por ellos se les debe nombrar.

 

¡Gracias por leerme!